Cuanto más
tiempo le dedicamos a algo, más evidente resulta la relevancia y el valor que
tiene para nosotros. Si quieres conocer las prioridades de una persona, fíjate
en cómo usa el tiempo.
El tiempo es
el regalo más preciado que tenemos porque es limitado.
Podemos
producir más dinero, pero no más tiempo.
Cuando le
dedicamos tiempo a una persona, le estamos entregando una porción de nuestra
vida que nunca podremos recuperar. Nuestro tiempo es nuestra vida. El mejor
regalo que le puedes dar a alguien es tu tiempo.
..No es
suficiente decir que las relaciones son importantes; debemos demostrarlo en acciones,
invirtiendo tiempo en ellas.
Las palabras
por sí solas nada valen: Amigos míos, no solamente debemos decir que amamos,
sino que debemos demostrarlo por medio de lo que hacemos".
Las relaciones exigen tiempo y esfuerzo.
Las relaciones exigen tiempo y esfuerzo.
Amor se
deletrea así: "T - I - E - M - P - O".
..La esencia
del amor no es lo que pensamos o hacemos o aportamos a los demás, antes bien,
es cuánto entregamos de nosotros mismos. A los hombres, en particular, les
cuesta entender esto. Muchos me han dicho: "No puedo entender a mi esposa
ni a mis hijos. Les proveo todo lo que necesitan. ¿Qué más quieren?" ¡Te
quieren a ti! Quieren tus ojos, tus oídos, tu tiempo, tu atención, tu
presencia, tu interés: tu tiempo. No hay nada que pueda remplazar eso.
El mejor
regalo de amor no son los diamantes ni las rosas ni los dulces. Es brindar tu
concentración. El amor se concentra tanto en otra persona que por un instante
uno se olvida quién es.
La atención dice: "Te valoro tanto que te entrego
mi bien más valioso: mi tiempo". Siempre que dediques de tu tiempo,
estarás haciendo un sacrificio, y el sacrificio es la esencia del amor.
Es posible
dar sin amar, pero no se puede amar sin dar. Amar es entregarse: dejar de lado
mis preferencias, comodidad, objetivos personales, seguridad, dinero, energía y
tiempo para el beneficio de otra persona.
desconozco su autor.
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